sábado, 30 de marzo de 2013

PARTIÓ

Ya partió....Partió a un mundo
donde sólo existe el más puro amor.
Su partida fué muy dolorosa...
Quise retenerla más no pude....

Hoy no la tengo pero la tuve.
La tuve junto  a mí, inmensa.
La tuve en noches brillantes
donde nuestro amor estallaba.

La noche quieta, el sueño trunco.
El adiós fué inevitable.
La soledad pobló mi alma.
Quedó en silencio mi corazón...

Tenerla toda en mis brazos....
Acariciarla profunda, sentir su aliento.
Inundarse el corazón de su fuego
y el beso interminable de pasión....

Nace la noche sin ella....
Siento la ausencia de mujer...
Esa mujer inmensa, tierna....
¡Mujer hermosa que me hizo feliz!....

Autor: Luis Alberto Maestri

viernes, 29 de marzo de 2013

MI INTERIOR, MI DOLOR...

Te perdí, te fuiste de mis brazos.
Te fuiste amor para siempre.
Quedé con las manos vacías de tu amor.
¡Quedé solo, mujer divina de mi vida!

Miré tu rostro, acaricié tu piel fría,
cerré tus ojos con mis dedos...
¡No podía creer, te perdí!
Te dije ahí todo cuanto te amé...

Besé mil veces tu rostro hermoso,
quería tenerte un poco más...
Mi vida se fué contigo...
La felicidad cerró sus puertas!..

Creí morir pero la vida sigue...
Tengo que tener fuerza y fe.....
Sé que estás en un lugar hermoso
donde no existe el dolor, sólo el amor.......

Voy a seguir, aún en este dolor inmenso.
Mis hijos, mis nietos, acompañan este instante.
No les puedo fallar, ellos son esperanza
y tengo que buscar el camino eterno..

El camino tiene un nombre que es Dios.
Tiene recuerdos inmensos, mi Princesa.
Si bien el silencio atrapa mis días
no imposibilita encontrarme conmigo mismo.

Autor: Luis Alberto Maestri.
El amor de mi vida se fue....Quedé solo.......

CANCER

No tengo tus manos
pero tuve tus caricas.
No están tus beso
pero sí, la miel de tus labios..

Ya no oigo tu dulce voz
que acariciaban mis oídos.
Existe el sonido de una canción
donde sus notas hablan de amor...

Tus ojos se cerraron un día
cuando la eternidad te llevó,
pude sentir en esos instantes
la luz inmensa de mujer bellla...

Aquel triste final tuyo
me llevó a una reflexión:
esa cruel enfermedad
no tiene ninguna solución.

No conviene encontrar
los remedio para ello.
Son muy caros dan dinero
a droguerías, laboratorios y demás...

¡Qué tristeza! y pido perdón
por este pensamiento atroz.
Esa enfermedad se lleva vidas
y aún más, al más puro amor...,!!

Autor: Luis Alberto Maestri