Quedan quietos los recuerdos
en el umbral de una melodía.
Melodía que en el silencio
sus notas, como el rocío, caían.
Invisible esencia el espíritu
que busca incansable la idea
de llevar a esta realidad
una alforja de virtudes repleta.
Difícil misión en este hoy
que tiene un mañana incierto,
muchas cosas se perdieron del ayer
en el frío cortante del invierno.
Invierno que congeló el alma
a la soledad del desierto.
Ahí la arena te cubre los ojos
para llevarte a su infierno.
Mira hermano, aquí está la vida.
Llénala de incesante búsqueda.
No dejes nada por ahí perdido.
Que tus sueños no mueran en la espera.
Toma mi mano, caminemos....
No te detengas, atrapa al sol,
será quien ilumine la senda
que te guiará al verdadero amor.
Autor: Luis Alberto Maestri
martes, 14 de abril de 2009
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