DESPUÉS...
Después de haber estado
en el árido desierto
donde la arena te ciega
y te abraza el fuego...
Después de que la soledad
te envolviera con dolor
y te pierdas en un laberinto
donde no llegaba el sol...
Después de andar descalzo
por las calles heladas
y sentir el temblor frío
que envuelve el alma...
Después del triste silencio
que te aprisionó con fuerza
y llegaras a pensar
que ya te hundías en una ciénaga...
Después de caer mil veces,
ahí, en ese instante sin prisa,
apareciste tú, radiante,
y tuvo sentido mi vida...
Más ello fue como un sueño.
Vino, me tomó y me soltó.
Otra vez, volvía a quedar solo,
otra vez mi alma lloró.
Autor: Luis Alberto Maestri
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