martes, 23 de septiembre de 2008

EL MUNDO

Cuando la noche llama
al descanso sereno,
la mente vuela
buscando un espacio en el cielo...

Las estrellas se conjugan
salpicando a todo el universo,
penachos de plata que brillan
como si fuera un hermoso sueño.

Si la lluvia cae despacio
mojando los risos dorados,
un poema tierno nace
y atrapa al corazón enamorado.

El amor busca la luz
como el amanecer el sol.
La esperanza es ahora realidad
como el suspiro que en los labios nació.

En cada búsqueda hay un encuentro,
en cada paso hay un futuro,
en cada palabra está la vida,
en el amor está nuestro mundo.......

Autor: Luis Alberto Maestri

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