martes, 29 de enero de 2008

A TI, HIJA.....MI PEQUEÑA


Alguna vez soñé que existías.
Como capullo de rosas florecías
y en un jardín hermoso nacías.
¡Era lo más puro de la vida!.

Ninguna nube oscurecía al cielo.
Muchas estrellas habían en el firmamento.
Era eterna luz en el universo.
Iluminaba de verdad al sentimiento.

Sólo había una canción de cuna
donde estaba suave su ternura.
Era el brillo pleno de la luna
que despejaba toda bruma.

Terciopelo su piel de beba.
Oro y plata sus cabellos de seda.
Había una sonrisa inquieta
y una mirada dulce, bella.

La luz, la verdad, la esperanza,
se mecía en la noche con alba.
El sol amanecía con gran calma
y el mar dormiría en la playa.

Estaban las notas de una canción
que vibraban alegres en el diapasón.
La dicha envolvía al corazón.
¡Ahí estaba ella!...¡Ahí, estaba el amor!.

Autor: Luis Alberto Maestri

No hay comentarios.: