viernes, 13 de noviembre de 2009

OIR

Oir la música que nace
en las cuerdas de una lira,
entonces, un poema cae
como el amanecer al día.

Nostalgia que al alma llega
como el suspiro al corazón.
La mente el sentir atrapa,
¡Es el instante sublime del amor!.

Se encienden los labios al beso
como la pasión se entrega a la caricia.
El sueño llega al alma
como al rostro besa la brisa...

No queda en la quietud de la noche
palabras que hablen de un adiós,
sólo existe esa hermosa realidad:
¡siempre nace imponente el sol!.

Ya no quedan algunas notas
que en el pentagrama de la vida,
traían la tristeza del alba,
porque estás tú, mujer divina.....

Sí, en nosotros estará presente
el mensaje humilde del mar,
siempre está abajo de los ríos
para recibir las aguas y tener inmensidad......

Autor: Luis Alberto Maestri

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