EL PRIMER BESO

Recuerdo el primer beso,
ése, que me marcó el destino.
Con mucho temor y humildad
te lo pedí y dijiste: ¡sí!..

Llegamos luego a tu casa.
Era la primera vez que salíamos.
Todavía tenía el fuego de tus labios
que esa noche no me dejó dormir.

Llegó un nuevo alba a mi vida.
No lo podía creer mi corazón.
Tanto tiempo en el silencio
que me parecía irreal tenerte.

Aquel sábado volvimos a vernos.
Quería que conozca aquel lugar
donde los árboles y los lagos,
cubrían nuestros sueños y anhelos.

Mientras recorríamos el camino
hacia nuestro encuentro romántico,
te pedí si querías ser mi novia.
¡Fué hermoso tener ese sí tuyo!...

La mesa estaba preparada
para recibirnos con un manjar.
Deleitamos la cena muy unidos.
Salimos luego a ese hermoso parque...

Hablamos hasta la madrugada.
La música llenaba aquellos instantes.
La luna envolvía todas las estrellas.
Ahí, te tomé en mis brazos para siempre....

Salimos juntos tomados de las manos.
Nunca dejamos de hacerlo.
Era la fuerza que nos unía.
Era el amor que nos daba ternura.

Así, siempre, seguimos caminando
por la senda que nos habíamos prometido.
Fuimos uno en todos los instantes.
Nos amamos hasta el delirio.....

Hoy, ya no estás, porque Dios quiso
llevarte a otro mundo donde la vida
es la totalidad en todos los senderos.
Nacer, vivir, morir y renacer a la vida....

Te extraño pero ya no te lloro.
Sé que estás en un mundo divino.
Sé que me hiciste feliz totalmente.
Sé que el verdadero amor nunca muere.

Luis Alberto Maestri