viernes, 1 de abril de 2011

EL CLAVO

En una audición de "A Corazón Abierto" que se transmitía por FM 95.5 de Rosario (Argentina), el 25/07/09, la Prof. María Cristina Constantín leyó una reflexión sobre este tema que se refería a un hombre que una vez necesitaba sacar un clavo pero sólo tenía un martillo y clavos.
Cuando no hay tenaza es difícil sacar un clavo. Se le ocurrió, entonces, clavar otro clavo sobre la cabeza del que quería sacar y de esta forma el primer clavo salió del otro lado de la tabla.
A veces, nosotros tenemos un odio, un dolor, un resentimiento que hemos tratado de sacar de nuestros corazones y no lo hemos podido hacer porque se encuentra muy arraigado.
Entonces, debemos pensar que hay otros clavos que pueden hacerlo, por ejemplo:
-El rencor con el perdón.
-La tristeza con la alegría.
-El odio con el amor.
-La inseguridad con la confianza.
-La ira con la paz.
-La autoestima con la aceptación.
Ante ello, hay que primero sentir confianza con uno mismo.
Cuando uno siente que es capaz de lograrlo todo, seguro se descubre que no existen limitaciones para alcanzar lo que, como ser humano, se propone.
Es preciso mentalizarse para ser feliz. Desechar cualquier pensamiento que nos impida ser feliz. Hay que permitirse enamorarnos, liberarnos, poner los ojos en un lugar bien elevado. Mantener la cabeza en alto porque todos tenemos el derecho de hacerlo.
Crear nuestra propia vida, encontrarla y vivirla. Escribir aquella carta que pensábamos escribir. Digamos a nuestra familia y amigos cuánto los queremos. Por eso, hay que agregar risa y alegría a la vida porque cada día, hora y minutos son especiales. Hay que luchar siempre por un amor profundo y comprometido.
Un hermoso soneto que pertenece a Francisco Luis Bernárdez, dice:
Si para recobrar lo recobrado
debí perder lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado,

si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido, lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.

Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.

Porque después de todo he comprendido
que lo que el árbol tiene florido
vive de lo que tiene sepultado.

Quise, ante este hermoso soneto, traer un hermosa frase que leí hace un tiempo:
"Tienes derecho a soñar y a enseñar a otros a soñar con un mundo solidario y mejor".
Por eso, de ahora en adelante, debemos comenzar a forjar un futuro hermoso porque pudimos sacar el clavo que entorpecía nuestra vida y que nos impedía ser feliz......



Un abrazo desde corazón te manda humildemente: Luis Alberto Maestri.

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